¿Quién mató a Palomino Molero? Mario Vargas Llosa 9
La novela finaliza prácticamente con las mismas palabras que comenzó: “Jijunagrandísimas –filosofó el guardia.” Los clientes y visitantes de la fonda de Doña Adriana lanzan especulaciones sobre el desenlace del caso y los posibles móviles de los asesinos. Algunos de los comentarios ponen en tela de juicio la integridad profesional de Lituma y el Teniente Silva. Teniendo en cuenta el modo en que son recompensados ambos investigadores por la eficacia que han mostrado en la resolución del caso, ¿crees que se puede desprender algún tipo de moraleja de las últimas páginas del relato?; ¿qué mensaje nos envía el narrador cuando nos informa del destino que espera a ambos personajes?[17.11.24/23.59]
Celia Gallet Arozamena.
ResponderEliminarA veces, por mucho esfuerzo que ponemos en un proyecto y por muy bien que le llevamos a cabo, la gente no es capaz de reconocérnoslo o creerlo.
A pesar de la eficacia con la que resuelven el caso Lituma y el Teniente Silva, y a pesar de haber arriesgado incluso sus vidas en el caso, dando todo lo que han podido para solucionarlo, no son recompensados, ni mucho menos. Por el contrario, Lituma es mandado a un lugar lejos de los suyos y al parecer un tanto inhóspito, y el Teniente Silva, tendrá un destino muy similar.
Creo que este final nos muestra que no todo en esta vida se paga con el mismo ímpetu y con las mismas ganas que se pone en ello y que, al fin y al cabo, el mundo real no es justo en muchas ocasiones, especialmente en el ámbito laboral.
La injusticia es un tema recurrente a lo largo de toda la novela, mostrándonos los desprecios que hacen algunos personajes a ciertas etnias, la pobreza en la que vive un estrato de la sociedad, y las riquezas que posee el otro...Incluso el propio hilo argumental de la historia, la muerte de Palomino Molero, es una injusticia, porque aún siendo verdad la versión del Coronel Mindreau, nadie merece morir en tales condiciones deplorables. Así que, siguiendo con esta serie de iniquidades, Mario Vargas LLosa remata el desenlace de su novela con la última de las injusticias de la obra, con la que consigue hacer sentir al lector la frustración e impotencia de los protagonistas, al haber trabajado tan duro, para no recibir ninguna recompensa y además conseguir que nadie les crea.
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Eliminar"...por muy bien que le llevamos..."> Lo
Álvaro Illerías Galán:
ResponderEliminarEn estas últimas páginas del relato se encuentra una gran moraleja: hagas lo que hagas, no siempre te lo van a agradecer. El Teniente Silva y Lituma han hecho todo lo posible para descubrir el caso, y aun así hay gente en Talara que duda de su integridad y siguen especulando con teorías absurdas.
El narrador nos transmite un mensaje de impotencia y frustración. Lituma y el Teniente Silva no sienten esa sensación de reconocimiento por parte de la Guardia Civil que los ha relegado a un puesto inferior.
"...hay gente en Talara que duda (...) y siguen..."> Sigue (concordancia sujeto-verbo).
EliminarLas últimas páginas de esta novela nos muestran cómo actúa cada persona de la sociedad en la que se basa la novela. En primer lugar, aunque el crimen está resuelto y se ha encontrado al asesino junto con una confesión, nadie del pueblo se lo cree. De este modo, se aprecia que muchas personas prefieren enfocarse en rumores o teorías conspiratorias antes de creer en la autoridad, en este caso la Guardia Civil.
ResponderEliminarSegún mi opinión, la moraleja que he interpretado es que no tiene importancia lo mucho que te esfuerces por hacer justicia, que siempre mandan los superiores. Es decir, Lituma ha descubierto a las malas aunque seas buen Guardia Civil, no todo el mundo te lo va a agradecer. En ese pueblo pocas veces se había tratado un misterio tan grande como ese, y si es así, tampoco se le solía dar tanta importancia, pero Lituma no era como los demás Guardias Civiles, a él sí que le dolió la muerte de ese “churre” que tanto le ha estado atormentando y necesitaba concederle justicia.
Como señala el Teniente Silva, no les ha sido de ayuda estar tan enfocados en el caso, cuando les recompensan de esa manera, trasladándoles de oficina y separando los uno del otro.
De alguna manera, el Teniente Silva como ya lleva muchos años en el cuerpo, esta situación ya se lo imaginaba; por eso al principio no le daba tanta importancia al asunto, pero Lituma se empeñó en resolverlo.
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EliminarMíriam González Marcano.
ResponderEliminarLa moraleja que intenta desprender el último relato es que la sociedad de esta época es muy injusta, debido a que las personas que disponen de poder tienen privilegios que el resto de las personas no pueden alcanzar. Uno de estos privilegios se observa en este relato cuando comentan que Dufo no recibirá un gran castigo por la muerte de Palomino. Si Dufo hubiera pertenecido a otra clase social o no dispusiera de los privilegios que tiene, habría sido sancionado y castigado de otra manera, y el caso no habría sido silenciado de tal forma.
El mensaje que nos transmite el narrador es que los trabajadores de la policía no pueden interferir en el abuso de poder de sus superiores, lo que provoca que se sientan decepcionados con la resolución del caso. Aunque hayan sido recompensados por su trabajo con el traslado, no se sienten orgullosos del resultado de los acontecimientos, ya que sus superiores quedan sin asumir las consecuencias de sus actos.
"...el último relato..."> La última parte de el relato.
Eliminar"Dufo"> Dufó.
Mariam El Hasnaoui El Mahfoudi:
ResponderEliminarLa moraleja que deja el autor en las últimas páginas del relato es sobre la sociedad de la época. Una sociedad pesimista, como podemos apreciar en los comentarios que hacen los visitantes de la fonda. Da a entender que la comunidad misma desconfía de quienes, supuestamente, representan la ley; les resulta más fácil creer los bulos que se van expandiendo antes que creer a la autoridad. Es una sociedad que valora más el resultado que el esfuerzo, como bien notamos en cómo se dirigen al Teniente Silva y a Lituma después de haber logrado llegar a los asesinos de Palomino. La verdad les importa poco si no hay pruebas.
El mensaje que nos envía el narrador, tras informar del destino que espera a ambos personajes, es que se finalizó la investigación del asesinato de Palomino Molero sin haberse hecho justicia. Demostrando que el sistema no se preocupa por la justicia, sino por mantener las apariencias y proteger a quienes tienen poder. Y, como ya se ha visto durante toda la novela, quien no tiene poder, no tiene importancia alguna, y el sistema no hará nada por ellos.
Si una cosa está clara, es que al gobierno no le interesaba que se descubriera la verdad sobre el caso de Palomino Molero. Esta novela nos deja con la famosa moraleja “No te metas donde no te llaman”, ya que en ningún momento los dos agentes fueron presionados por el gobierno para descubrir el crimen. De no ser así, y que el gobierno de verdad quisiera ver el caso resuelto, no habrían sido trasladados a un lugar inhóspito en la sierra. El narrador, por su parte, nos da a entender que nunca deberían haber resuelto este asesinato, que la mejor opción hubiese sido archivar el caso.
ResponderEliminar"...al gobierno no le interesaba ..."> ¿Gobierno? ¿Qué tiene que ver "el gobierno" con todo el asunto? Tal vez te refieras a las autoridades superiores...
Eliminar"El narrador, por su parte, nos da a entender que nunca deberían haber resuelto este asesinato..."> Si realmente esa es tu conclusión, me temo que no has captado muy bien el mensaje de la obra.
Lucía Ruíz Serrano
ResponderEliminarEn mi opinión, la moraleja que se puede extraer de las últimas páginas del relato es que, en muchas ocasiones, hacer las cosas bien no garantiza una recompensa o un reconocimiento. A menudo, las personas que intentan defender la justicia o actuar de manera correcta son ignoradas, y sus esfuerzos no son valorados.
El mensaje que nos transmite el narrador es que la vida, en muchas ocasiones, no es justa y que las personas que se esfuerzan no siempre reciben el reconocimiento que merecen.
Este desenlace nos deja con una sensación de desilusión y frustración.
En el final de la novela se nos da a conocer la especulación de los habitantes de la zona sobre el caso de Palomino Molero. Como moraleja al final del relato yo diría que, la gente siempre va a sacar sus propias conclusiones, por lo que no vale la pena ofenderse ni molestase por ello. Con la noticia del traslado de los protagonistas, Mario Vargas Llosa nos intenta trasmitir como el gobierno no desea la justicia ni la verdad, y como era un caso incómodo para las grandes autoridades, Lituma y el Teniente Silva son trasladados, imposibilitando que los asesinos se den a conocer y cumplan su castigo.
ResponderEliminar"...como el gobierno no desea ..." ¿El gobierno? ¿Qué tiene que ver en la historia narrada?
EliminarHugo González Martín
ResponderEliminarA mi parecer, las últimas páginas del libro dejan clara una moraleja, que sería: "La ignorancia crea bulos". Esta moraleja la extraigo de la conclusión en la que Don Jerónimo y los jóvenes, al hablar de las posibles razones detrás de los asesinatos, lo hacen desde la total ignorancia, ya que solo dicen cosas que a ellos les parecen razonables sin detenerse a considerar las verdaderas causas. Por otro lado, el narrador nos deja una clara referencia a la injusticia hacia Lituma y el Teniente Silva, ya que, después de haber resuelto el crimen, los recompensan trasladándolos a una localidad más lejana, lo cual es una injusticia para ellos.
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EliminarHugo Robles Collantes
ResponderEliminarEn el libro se critica el sistema y las instituciones. Aunque Lituma y el Teniente Silva resuelven el caso, no reciben una recompensa real, lo que hace que muchos de sus esfuerzos no sirvan de mucho. La repetición de las palabra mencionada, “Jijunagrandísima” al final muestra que, aunque se descubra quién mató a Palomino, nada cambia para los personajes ni para el sistema. El narrador nos enseña que, aunque se logre resolver el caso, el ambiente sigue siendo injusto y corrupto. Lo que nos quiere decir es que hacer lo correcto no siempre trae recompensas, porque el sistema sigue igual.
Adrián López Martínez.
ResponderEliminarLa novela termina con las mismas palabras con las que empieza. Esto representa la idea de que las cosas no cambian, incluso con los intentos de Lituma y el Teniente Silva. Después de que resolviesen el caso, en lugar de un premio, les tratan como si su trabajo no importara. Además, comienza a haber habladurías por parte de los clientes de la fonda, cuestionando el desempeño de Lituma y el Teniente Silva dentro del caso. Esto es una percepción errónea de la realidad, ya que se han volcado en conocer quién asesino a Palomino.
La moraleja del final de este libro, es que en un sistema basado en la corrupción, que te juzga por tu estatus o tu raza, hacer las cosas bien no siempre trae consigo el reconocimiento que debería.
"...quién asesino a Palomino."> asesinó.
EliminarLucía Gutiérrez Fernández
ResponderEliminarEn las últimas páginas del libro se da por finalizada la investigación, señalando como principales culpables al Coronel Mindreau y al Teniente Dufó. Estos dos personajes resultaron ser los responsables del asesinato, a pesar de que los acontecimientos de los dos últimos capítulos me hicieran dudar de su culpabilidad. Bien es cierto que tiendo a enrevesar este tipo de tramas policíacas cuando leo un libro de este género.
Considero que el desenlace de la novela es bastante agridulce. En él, un trabajo bien hecho no es premiado, más bien al contrario. Y en este caso, a pesar de que se haya actuado honestamente, una extraña sensación de injusticia empaña mi percepción final de la investigación policial. El aprendizaje que se puede extraer es más bien negativo: un trabajo basado en la probidad y la justicia no siempre es recompensado. Otra moraleja un poco más pesimista es que no siempre todos los misterios deben ser desvelados, algunas veces se debe actuar por conveniencia y no por moral. Yo personalmente, prefiero quedarme con la primera.
Cuando Mario Vargas Llosa nos informa del destino que les espera a ambos policías, no pretende sino reforzar la moraleja de la historia. Personalmente, creo que con el acto de “castigar” al Teniente Silva y a Lituma, el autor pretende denunciar los excesos de poder en una época como la que se describe la novela. Sin lugar a dudas, la ventura de estos personajes es empleada para criticar la corrupción, que lamentablemente está presente incluso en los organismos encargados de impartir justicia. Con este desenlace, la verdad se deforma de tal manera, que los lectores somos capaces de ver la realidad social de un país a través de estas distorsiones.
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EliminarDiego Pelayo Gautier 2ºBCS
ResponderEliminarLa moraleja de las últimas páginas, es que aunque hagas las cosas bien los demás siempre van a dudar de ti, o van a intentar desprestigiarte inventando cosas sobre lo que has hecho. Como en este caso don Jerónimo, el cual dice que los culpables son los “peces gordos” y que han pagado al Teniente Silva, para que se haya inventado que el Coronel Mindreau primero mató a su hija y luego se suicidó.
El mensaje que nos quiere transmitir el narrador, es que aunque hayan ascendido a Lituma y se vaya a Junín, él hubiese preferido quedarse allí junto al Teniente Silva, el cual también será trasladado a otro lugar.
Irene Quintana Elías.
ResponderEliminarFinalmente, el Teniente Silva y Lituma hacen varias hipótesis sobre lo que ha podido pasar en el asesinato de Palomino Molero, pero nunca se explica cómo ocurrió realmente. A pesar de que Lituma y el Teniente Silva hicieron una muy buena investigación sobre el caso, la Guardia Civil les traslada a cada uno a distintas ciudades. Esto no es una recompensa, ya que a partir de ahora estarán separados y no tendrán que resolver más casos juntos.
La moraleja que nos deja esta historia es que a pesar de haber hecho una rápida y buena investigación, no se hace justicia con los asesinos, ni tampoco se les recompensa de muy buena manera a los guardias que han estado llevando el caso. Esto es un reflejo de la sociedad de la época en la que está basada la historia, en la que tenían más interés por mantener la imagen de la Guardia Civil que por hacer justicia realmente.
Podemos decir entonces que el final del libro deja una imagen de crítica social de la época.
Los protagonistas, reflejan una sociedad dividida por los prejuicios sociales y étnicos, el clasismo y la desigualdad, donde la justicia es inalcanzable para los de clase baja.
Izan Calderón
ResponderEliminarEl comentario de los visitantes nos deja como moraleja que, en la sociedad peruana de la época, los rumores y los juicios muchas veces trascendían la realidad objetiva. También se muestra cierto sentimiento de duda hacia Lituma y el Teniente Silva, lo cual refleja la desconfianza hacia las autoridades peruanas.
El mensaje que Mario Vargas Llosa quiere transmitirnos respecto a los destinos de Lituma y Silva es que, pese a haber resuelto un caso tan importante como el asesinato de Palomino Molero y sin ningún interés en recibir una recompensa, su vida tras este crimen volverá a ser igual de monótona y esquemática que antes de la aparición del caso. Esto quiere decir que, en muchas sociedades, personas que actúan con buena fe, como Lituma y el Teniente Silva, no son recompensadas pese a realizar grandes esfuerzos.
Lucía Gutiérrez Martín
ResponderEliminarConsidero que la moraleja de este último capítulo es que, por mucho que intenten descubrir el asesinato de Palomino Molero, nadie les va a creer. Da igual todos los esfuerzos que hayan hecho para intentar dar con alguna pista; eso, a la gente del pueblo, no le importaba. No se creen que el Coronel Mindreau matase a su hija y más tarde se suicidará. Supongo que Lituma estará desesperado porque le crean, ya que él fue quien quiso darle voz a este asesinato, y que no le crean le reconcome por dentro. El narrador, al final del libro, nos cuenta cómo destinan a Lituma y al Teniente Silva a otros lugares, tal vez porque no quieren que sigan trabajando juntos, ya que se han sorprendido con lo insistentes que son en estos casos.
"...y más tarde se suicidará."> Suicidara.
EliminarArielkis Amparo Vega
ResponderEliminarEl final de la novela muestra que, aunque Lituma y el Teniente Silva resolvieron el caso, no recibieron el reconocimiento que esperaban. La gente de la fonda sigue sospechando de ellos y sus beneficios han sido mínimos. Esto nos deja como lección que quienes hacen bien su trabajo no siempre obtienen el reconocimiento que merecen. El narrador parece decirnos que a veces se pasa por alto la honestidad y el trabajo duro, y que los demás no siempre reconocen el valor de lo que hacemos. La moraleja es que, en ocasiones, nuestra propia conciencia y satisfacción personal son más significativas que el premio.